Si de por sí, el otoño es la estación más fotogénica desde el punto de vista paisajístico en el que el bosque de árboles de hoja caduca, es el protagonista principal,  adentrarte en un hayedo durante la transición del otoño al invierno, tiempo efímero en el que las hayas (Fagus sylvatica) aún conservan algunas hojas amarillentas y rojizas en las ramas, mientras que otras ya han caído o van cayendo y se producen las primeras nevadas que cubren el suelo de un blanco manto, genera la sensación de ser testigo de un momento único y personal, casi como ser el primer ser en llegar a un enclave natural aún sin descubrir. Esta misma sensación fue la que experimenté cuando me adentré, a primera hora de la mañana, en el hayedo de la Pedrosa, en la provincia de Segovia de la Península Ibérica, sabiendo que esa misma noche se produjo la primera gran nevada en la zona. El escenario se presentaba ante mí como múltiples cuadros impresionistas con inspiraciones a estampas de jardines japoneses, donde, mirase donde mirase, era un digno motivo para ser inmortalizado en fotografía. Fueron unas 3 0 4 horas que dieron mucho juego, ya que, como comenté anteriormente, este espectáculo duró hasta que el sol subió y comenzó a derretir la blanca nieve. 

Recorrer la cordillera del Sistema Central de la Península ibérica, hace que descubras enclaves naturales dignos de admirar que se convierten en excelentes motivos fotográficos en la estación otoñal. Uno de los rincones más interesantes es sin duda el bosque situado en las inmediaciones del Puerto de Canencia, sitaudo en la Zona Periférica de Protección del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama., donde entre pinos silvestres (Pinus sylvestris) o pino de Valsaín, y tejos (Taxus baccata), se mezclan los espectaculares abedules (Betula pendula) que con sus hojas de diferentes tonalidades amarillentas aún en las ramas y las que caen en las cascadas y arroyos, generan un entorno natural propio de las fábulas de duendes y elfos. 

No hay en el cielo de la Península Ibérica, silueta más majestuosa y fascinante que la que proporciona el vuelo del ÁGUILA IMPERIAL IBÉRICA (Aquila adalberti). Inconfundible con su plumaje blanco en los hombros y parte alta de las alas, que contrasta con el color pardo oscuro del resto de plumas en su fase adulta, surca los cielos con una envergadura de entre 1,80 y 2,20 m, oteando y ejerciendo el control de su territorio, que con su simple acto de presencia y canto, en forma de ladridos, ahuyenta cualquier otro animal que pretenda entrometerse en su campo de influencia.  Rapaz especializada en la caza del conejo y cuya supervivencia depende, en gran medida, en la conservación de la población de estos lagomorfos. Siendo una especie endémica de la Península Ibérica, ocupa el cuadrante suroccidental de Iberia y habita, generalmente, en territorios con topografía suave o llana donde existe una buena cobertura arbórea. A lo largo de mis intentos de observar e inmortalizar en imágenes esta especie en su estado silvestre, he podido fotografiarla con éxito, tanto en fase juvenil (pajizo), como fase subadulta (damero( y fase adulta, en varias localidades como la Sierra Morena de Córdoba, el Parque Nacional de Monfragüe o la Reserva de la Biosfera de San Ildefonso El Espinar. A pesar de ser una especie catalogada como "en peligro de extinción", el Programa de Conservación del Águila Imperial Ibérica, está logrando recuperar su población. 

La fauna africana, de por sí, genera un motivo de atracción y admiración para todo amante de la observación y la fotografía de naturaleza, más aún cuando existen especies que ocupan un lugar prioritario en cuanto a su búsqueda y localización. El GUEPARDO (Acinonyx jubatus), es una de ellas por diversos motivos, pero principalmente por ser el animal terrestre más rápido del Planeta que, cuando fija su mirada en un objetivo con el fin de darle caza y arranca su carrera, seguramente sea, una de las visiones más espectaculares que nos puede brindar el reino animal. Esta técnica de caza es una estrategia de supervivencia que el guepardo utiliza para competir con el resto de depredadores de manera exitosa, ya que, al poseer menor tamaño y fuerza para enfrentarse a hienas, leopardos y leones, su elegante y esbelta estructura física se ha adaptado para la velocidad que, además, aprovecha en las horas centrales del día, mientras el resto de sus competidores duermen, minimizando el riesgo de que le arrebaten la presa debido al enorme esfuerzo que, tras semejante hazaña, donde puede alcanzar una velocidad punta de 95 a 115 km/h, el animal queda exhausto, y debe pasar cierto tiempo hasta recuperar su energía. Cabe destacar, en su adaptación física a la caza, que a diferencia del resto de felinos, el guepardo no cuenta con uñas retráctiles con el fin de aumentar la tracción, salvo una que utiliza para derribar a su presa en el momento preciso, y utiliza su fuerte cola a modo de timón y estabilización. Definitivamente, el guepardo es un claro ejemplo de la evolución adaptativa que ha dado lugar al desarrollo de un bello y prodigioso animal.  

Al norte de las islas Británicas, concretamente, en Escocia, se encuentra una de las islas más interesantes desde el punto de vista a la observación de aves marinas, la ISLA DE MAY, una reserva natural nacional de dimensiones pequeñas, unas 45 hectáreas, que alberga una de las poblaciones más grandes de los emblemáticos y queridos frailecillos atlánticos (Fratercula arctica), que anidan en esta isla junto a otras especies no menos interesantes como el alca cmún (Alca torda), cormorán europeo (Phalacrocorax aristotelis), el charrán común (Sterna hirundo), entre varias especies de gaviotas y mamíferos marinos como la foca gris (Halichoerus grypus). Se puede recorrer la isla en unas pocas horas y disfrutar, especialmente haciendo unas esperas en los grandes acantilados de la isla, de las grandes colonias con sus vuelos, posados y aporte de comida a las crías de los mencionados frailecillos y su gran técnica de pesca de anchoas. Un lugar difícilmente olvidable por los amantes de las aves marinas, que sin duda, será objetivo de una nueva excursión en un futuro no muy lejano. (ver fotos en leer más)

Uno de los mayores problemas relacionados con la conservación de la biodiversidad de nuestro Planeta es, sin duda, el tráfico ilícito de vida silvestre considerado además la tercera actividad ilegal lucrativa más importante del mundo tras el tráfico de drogas y el tráfico de armas.

Entre las actividades ilícitas del tráfico de vida silvestre se encuentran los crímenes sobre el medio ambiente como el comercio ilegal, la caza furtiva y la captura de especies en peligro de extinción y la vida silvestre protegida.

Como dato significativo cabe destacar que en España, en el año 2014, este ilícito negocio alcanzó la cifra de los 450.000 euros. Pero más allá de las cifras económicas, están las cifras en cuanto a la disminución de la población de especies.

Como medida de solución ante esta problemática, el 3 de marzo de 1973 se firmó en Washington el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas  de Fauna y Flora Silvestre (CITES), al que en la actualidad se han adherido 180 países, que busca preservar la conservación de las especies amenazadas de fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio, si bien, el tráfico ilícito de vida silvestre ha aumentado en los últimos años a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional, los gobiernos y la sociedad civil.

Como biólogo y fotógrafo de naturaleza que he recorrido los seis continentes, especialmente el continente africano, documentando su vida silvestre, considero a la fotografía como una herramienta poderosa de educación, sensibilización y concienciación sobre la conservación de la biodiversidad, siendo éstos tres de los pilares fundamentales para la erradicación del tráfico ilícito de especies. Uno de los mejores ejemplos de logro de esta sensibilización y concienciación es el hecho de haber tenido como guías en varias ocasiones a rangers que trabajan y luchan por la conservación de la biodiversidad que anteriormente habían sido cazadores furtivos. 

En este sentido, las Naciones Unidas en su Programa para el Medio Ambiente (PNUMA) ha elegido el día 5 de junio de 2016 como Día Mundial del Medio Ambiente con el lema Vuélvete Salvaje por la Vida (Go Wild for Life), que trata sobre el tráfico ilícito de vida silvestre.

En mis viajes por el continente africano he podido realizar fotografías del elefante africano de sabana (Loxodonta africana) en parques nacionales como el Serengeti (Tanzania), Chobe (Botswana), Kruger (Sudáfrica) y South Luangwa (Zambia), y elefante africano de bosque (Loxodonta cyclotis) en el parque nacional La Lopé (Gabón), terriblemente diezmados por el comercio ilegal del marfil que se cobra la vida de más de 20.000 ejemplares cada año.

Otro de los animales drásticamente afectado es el rinoceronte negro (Diceros bicornis) y el rinoceronte blanco (Ceratotherium simum), principalmente en Sudáfrica donde entre 2007 y 2011 su caza furtiva aumentó un 3.000 por ciento, siendo su cuerno una joya del mercado negro asiático.

La caza furtiva ha sido y está siendo especialmente dramática para el gorila de montaña (Gorilla beringei beringei), especialmente en la República Democrática del Congo. Tuve la oportunidad de fotografiarlos en uno de los únicos tres países en los que aún vive, concretamente en el parque nacional des Volcans de las montañas Virunga, en Ruanda, donde la primatóloga Diane Fossey los estudió y convivió con ellos, ayudando a su conservación. En la actualidad no quedan más de 800 individuos.

En lo que respecta al continente asiático, una de las especies más emblemáticas y bellas está sucumbiendo ante el comercio ilegal de su piel y sus huesos, altamente cotizados en el mercado negro. Esta situación está poniendo al tigre (Panthera tigris) al borde de la extinción, cuya población ha descendido en un 95%.

Esta situación no puede continuar y debemos actuar. No permitamos privar a nuestros hijos de contemplar a todos estos magníficos animales en su hábitat natural y recuerda, la Naturaleza no necesita de Nosotros, Nosotros necesitamos a la Naturaleza.

Soñar con África es soñar con los amaneceres y atardeceres, únicos y de espectacular belleza, donde la visión de sus tonalidades cálidas rojizas, naranjas y amarillas, contrastadas por los negros perfiles y formas de acacias y fauna, se queda grabada en la mente y el recuerdo del espectador para toda la vida. De la misma manera, no me cabe duda que llevamos grabado en nuestro ADN, el reconocimiento de las tierras africanas como hábitat originario de la especie humana (Homo sapiens sapiens), que nos hace sentir como en casa cada vez que pisamos el continente. 

Esta serie de imágenes, refleja los amaneceres y atardeceres que he podido vivir y sentir durante mis más de 10 años viajando por distintos países de África, como Kenia, Tanzania, Uganda, Ruanda, Marruecos, Namibia, Sudáfrica, Zambia, Zimbabwe, Botswana, Malawi y Gabón, la cual, espero que a los que os hayáis aventurado por esas tierras, volváis a sentir esa picadura crónica que se siente cuando se pisa por primera vez el contiente y nunca podrá ser curada, y a los que todavía no hayáis estado, sintáis por un momento la llamada de África.

Tras recorrer numerosos paisajes de exhuberante vegetación por varios continentes, sin duda, el lugar más sobrecogedor en cuanto a belleza y espectacularidad de verde esplendor es el GREAT OTWAY NATIONAL PARK en la costa sudeste de Australia, cerca de Melbourne, denominada también Great Ocean Road. Sin duda, el protagonista de este enclave es el fotogénico y jurásico helecho arborescente que puede llegar a alcanzar  los 10 metros de altura, junto a los emblemáticos y grandiosos eucalyptus australianos. Caminar entre ellos, da la sensación de estar explorando otro planeta que ni en los más increíbles sueños uno podría imaginar. Todo ello, además, complementado por  las numerosas cataratas que salpican el entorno, como las Hopetoun falls y las Tiplet falls, y sobre todo por unos seres, los "glow worms", unas larvas de insecto bioluminscente que se iluminan por la noche poniendo el broche de oro a este paisaje onírico que sirvió de inspiración al mundo de "Avatar". No me extiendo más, ya que las propias imágenes hablan por sí solas, y son el mejor documento y carta de presentación de este increíble lugar.

En el anterior artículo del blog, describí al milano negro como el pirata del aire debido a su agilidad y pericia en su vuelo, así como a sus costumbres de robar comida acosando a otras aves en una verdadera batalla aérea. Pues bien, el milano real (Milvus milvus) no iba a ser menos, y presenta similitudes con el milano negro en este aspecto, por lo que también se le podría denominar el pirata del aire.

Por otra parte, aunque se le relacione con el milano negro, presenta muchas otras características que le diferencian y no todas a su favor, ya que si bien el milano negro presenta un estado de conservación catalogado como "preocupación menor" en la lista de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), el milano real está catalogado como "casi amenazado" en la lista de la UICN y "en peligro de extinción" en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. En contra de la migración estival desde África hacia Europa del milano negro, el milano real realiza la migración inversa, en época ivernal desde el norte de Europa hacia la península ibérica e incluso al norte de África, si bien existen algunas poblaciones residentes que no migran y viven durante todo el año en la península. Otra de las diferencias se encuentra en su plumaje y formación de la cola, teniendo el milano real la parte inferior de las remiges primarias blancas y la cola ahorquillada, mientras que el milano negro presenta las remiges oscuras y la cola recta.

Por su belleza y elegancia, así como por su grado de amenaza, es un ave que debe ser protegida de manera especial para que todos podamos disfrutar de sus elegantes vuelos.

No cabe duda que el milano negro (Milvus migrans) es un auténtico pirata del aire, con gran dominio de su vuelo y de la aerodinámica que, con bruscos y acrobáticos giros a gran velocidad, acosa a otras aves consiguiendo arrebatarle en el aire las presas que con tanto esfuerzo han conseguido. Después de muchas observaciones y sesiones fotográficas con ellos, no he conocido ave que le gusta tanto el vuelo y tan poco el suelo para posarse, haciendo del cielo su verdadero territorio de caza y vida.

Como su nombre científico indica, migrans, es un ave migratoria, además de abundante y gregaria, llegando a ver decenas de individuos juntos que se desplazan a la Península ibérica en el mes de marzo, algunos individuos inluso en febrero, desde el continente africano, para nidificar y aprovechar el cálido clima veraniego, comenzando de nuevo su ciclo migratorio hacia África, finalizándose en el mes de septiembre.

Desde el punto de vista alimenticio, presenta una amplia variedad de recursos, alimentándose desde pequeños atrópodos, hasta carroña, frecuentando los desechos que se encuentran en vertederos municipales y muladares.

Frecuentemente, se le relaciona con otra ave del mismo género, el milano real, pero en el próximo artículo del blog, veremos las diferencias que existen entre ellos.

Cuando uno piensa en Australia, lo primero que se le viene a la mente es LA GRAN BARRERA DE CORAL, un complejo sistema biológico que constituye el que se denomina el ser vivo más grande del Planeta, formado por multitud y variadas colonias de corales que se extienden por una longitud de más de 2.500 kms desde la costa noreste de Australia hasta las costas de Papúa y Nueva Guínea, alcanzando más récords, como es el de mayor arrecife de coral y uno de los hábitats que concentra mayor biodiversidad de la Tierra.

Al realizar una inmersión en sus aguas, podemos ser testigos de uno de los escenarios naturales más maravillosos de este mundo, donde una gran diversidad biológica de peces y corales conforman un mosaico de explosión de colores dificilmente imaginable hasta que no lo descubres con tus propios ojos, al que se suman algunas tortugas marinas y mamíferos marinos como la ballena jorobada y delfines, incluso se puede llegar a ver algún cocodrilo de agua salada que habitan en los pantanos y manglares de la costa del arrecife. Pero, para tener una idea más general y global de este megasistema vivo, no hay mejor manera que realizar un vista aérea de la Barrera, donde el mosaico de amplia gama de colores vistos bajo sus aguas se transforma en un mosaico de arrecifes de una amplia gama de distintas tonalidades de color azul y verdoso que se extiende hasta el horizonte. Disfrutarlo desde el aire te hace pensar en lo grandiosa que es la Naturaleza y a su vez lo frágil que es, ya que un leve cambio de temperatura en las aguas debido al Calentamiento Global que el ser humano está catalizando con sus actividades potencialmente contaminadoras, puede acabar con tan impresionante, sensible y necesario ecosistema.

Desde mi infancia, siempre me ha fascinado el gran depedrador de los mares, y ya por aquél entonces, me dedicaba a investigar sobre él y a conocer un poco más sobre sus comportamientos y su biología, quedándose grabado en mi memoria su mítico nombre científico, Carcharodon carcharias, el GRAN TIBURÓN BLANCO.

Con el tiempo, supe de su peculiar y sobrecogedora técnica de caza en las aguas del sur de África, los AIR JAWS, una técnica que consiste en capturar a su presa en la superficie mediante la propulsión de todo su cuerpo de 5 metros y 1.500 kg de peso, originando, sin lugar a dudas, una de las imágenes más impactantes en el Planeta Tierra.

Con ese fin viajé a Sudáfrica, sin saber muy bien si este fenómeno se producía a lo largo de toda la costa o era singular de algún enclave concreto, y ciertamente, encontré el que es, sin duda, el mejor lugar del mundo para presenciar semejante espectáculo, False Bay, la bahía del Cabo de Buena Esperanza.

En plena noche y montado en una barca con los focos encendidos y a plena potencia, me dirijo hacia la zona de concentración de los tiburones blancos, Seal island o la isla de las focas del Cabo, dónde cientos de ellas se congregan en una reducida isla, y donde sus crías, durante los meses de verano, aprenden a nadar y adentrarse a aguas más profundas, momento que aprovecha el Gran Blanco para capturar a su presa. Ya con las primeras luces del alba, llego a las inmedaciones de la isla y preparo mi cámara con la intención, y no muy convencido, de poder ser testigo del Gran Salto, pero sin mucho esperar y con el vaivén del bote, de las entrañas del mar, surje el poderoso animal a tal velocidad que, el enorme impacto al caer provoca un gran estruendo y un intenso oleaje. No daba crédito, en menos de lo que tardo en pestañear, había presenciado algo impensable y no sólo por una vez, sino hasta 4 veces pude ver estos impactantes Air Jaws o Tiburones Voladores.

PD: En el artículo, hago mención a que el Gran Tiburón Blanco es el gran depredador de los mares, pero lamentablemente no es así. Como siempre, el gran depredador, incluso en los mares, es el ser humano. Mientras lees estás líneas, unos 200 tiburones mueren por sus aletas o simplemente por productos médicos ineficaces. Se estima que al año, los tiburones matan unas 15 personas, confundiéndole con su presa habitual, una foca, mientras que el ser humano acaba con la vida de 100 millones de escualos. Un dato desalentador que estamos a tiempo de evitar.

Después de recorrer, visitar y documentar multitud de enclaves naturales de extraordinaria belleza alrededor del mundo, pocos lugares me han resultado más atractivos y han suscitado en mí tanto interés como el ALTIPLANO BOLIVIANO, una cuenca endorreica protegida por las cordilleras oriental y occidental de los Andes, de una altitud en torno a los 4.000 msnm. Quizá porque no es un lugar muy accesible y en sus alrededores tiene muchos otros reclamos turísticos más potentes como pueden ser el desierto de Atacama, en Chile o el mítico Perú. No tenía muchas espectativas puesta en él, pero, tras descubrirlo, no puedo más que animar a la gente a que lo conozca, no se quedará decepcionado en absoluto y personalmente, pude realizar una de las mejores instantáneas que he podido captar hasta el momento, como bien muestra este artículo fotográfico, uno de los más extensos que he desarrollado en el Blog de Naturalezavision.

Paraíso, porque en el altiplano se encuentra una de las maravillas naturales del Planeta, la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, donde se pueden observar volcanes en erupción, géiseres con humeantes fumarolas, como el géiser del "Sol de la Mañana", denominado así ya que a esas primeras horas del día, la diferencia de temperatura entre el vapor del géiser, de gran actividad geotérmica, y el ambiente exterior, provocan la formación de las espectaculares fumarolas. Sin tiempo para asimilar tanta belleza, en el camino me topo con varias lagunas, la laguna verde y la laguna colorada, hábitat de especies como el flamenco de James, el flamenco chileno y el flamenco andino, así como zorros y vicuñas, que en este sobrecogedor escenario, ensalzan su ya de por sí atractivo.

Para finalizar, que mejor lugar que el "cielo", el salar de Uyuni, el mayor salar continuo del mundo, con una superficie de más de 10.000 km2, a veces cubierta de una fina capa de agua, cuyo reflejo crea una ilusión óptica de estar caminando por el cielo, aunque me atrevería a decir que no es tanto una ilusión, sino que, verdaderamente, estar en el Altiplano es como estar en el paraíso.

La parte final del reportaje de la GRAN MIGRACIÓN trata sobre la etapa crucial en la que, miles de ejemplares de ñus y cebras, tienen que superar la frontera natural del río Mara donde, enormes siluetas de reptiles de apariencia prehistórica de más de 4 metros, aguardan, inmóviles, el momento adecuado para lanzarse al agua y atrapar entre sus fauces, el cuerpo de uno de los antílopes que nadan hacia la otra orilla, desesperadamente, y siguiendo el grueso de la manada, con el fin de alcanzar las praderas con frescos pastos.

Sin duda alguna, este es el gran momento por el que fuí a Kenia en busca de la Gran Migración y poder vivir en persona lo que para mí es, el Gran Espectáculo de la Naturaleza. No fue fácil, ya que durante varios días, acudí a la zona del Masai Mara en la que había más probabilidades de presenciar el cruce, o "the cross" como dicen allí. Los primeros días, y durante varias horas de espera, recorría las orillas del Mara conduciendo el 4X4 en busca de un lugar de paso, tras observar que en la otra orilla se agrupaban centenares de ñus con la intención, o eso creía yo, de pasar hacia el lado del río en el que me encontraba, pero ninguno se decidia y volvían a alejarse del río, temerosos, principalmente por los adultos de la manada, que ya han vivido esta experiencia en años pasados y mantienen en su memoria los peligros que acechan al cruzar este cauce fluvial. Pero, al cuarto día, finalmente ocurrió.

Con mis prismáticos, divisé una hilera de centenares de ñus que, desde el lado del río donde me encontraba, se dirigían, uno tras otros, decididos hacía el río. Sin pensarlo un momento, conduje hacía ellos y me situé justo donde sospechaba que podría producirse el tan esperado cruce, y así fue. Tras una tensa espera, donde los líderes del grupo miraban recelosos desde el filo del pronunciado terraplén hacia el agua, uno de ellos y sin yo entender muy bien cuál es la señal que activa su instinto para aventurarse en esta terrible prueba, comenzó a descender.

Simultáneamente y tras él, el resto de la manada que esperaban impacientes, le siguieron, como habian hecho hasta ese momento durante toda la migración, levantando una gran polvareda y un ruido ensordecededor de centenares de mugidos y chapoteos al lanzarse al agua. Para algunos, era la primera vez que experimentaban esta prueba y seguro que no se les olvidará en la vida. Todo transcurrió en unos escasos 5 minutos, en los que tras el acecho de los cocodrilos, la mayoría de los miembros del grupo lograron alcanzar sanos y salvos la otra orilla del Mara, si bien alguno se quedó en el camino, y poner rumbo a los verdes pastos del Serengeti.

Pero, recientemente, se cierne sobre los supervivientes de la Gran Migración, otra terrible prueba que puede significar el fin de este sobrecogedor y espectacular fenómeno natural, ya que existe un proyecto de construcción de una autopista que el presidente de Tanzania pretende construir en el Serengeti y que supondría el fin de la Gran Migración y por tanto la muerte de miles de ñus y cebras, debido a la fragmentación de su hábitat y su dificultad de encontrar alimento.

Con este reportaje, quiero documentar el Patrimonio Natural que supone esta migración que no podemos dejar que desparezca y exijo que este proyecto no se lleve a cabo y que este espectáculo que es la Gran Migración continue desarrollándose tal y como se lleva produciendo desde hace miles de años.

El inicio de la GRAN MIGRACIÓN en la sabana africana del Masai Mara y del Serengeti, es el gran momento que están esperando, no sólo los grandes depredadores sino también las aves carroñeras, como el buitre moteado, buitre orejudo, marabú, y algún que otro mamífero oportunista como el facócero. Los territorios de las manadas de leones se convierten, durante unos escasos meses del año, en auténticos campos de batalla, tras el paso de miles de ejemplares de ñus y cebras en busca de brotes frescos de hierba. Este periodo de la migración es el momento álgido para los felinos que, intensifican las escenas de caza con el fin de alimentar a los individuos que conforman su manada para recuperar fuerzas y almacenar comida de cara a los periodos de escasez de alimento.

Completando esta cadena trófica, entran en escena las aves carroñeras que, una vez que los grandes depredadores han saciado su hambre y han abandonado los restos de su presa, aterrizan, como por arte de magia, sobre el cadaver y deboran en unos pocos instantes, toda la materia orgánica que son capaces de ingerir, limpiando así la sabana. Esta etapa de la Gran Migración, es una de las más duras para el grueso de la manada de ñús y cebras, donde se producen grandes bajas y donde entra en funcionamiento la maquinaria de la selección natural, pero aún les queda por pasar una terrible prueba que está a punto de llegar...el cruce del río Mara...donde los miles de supervivientes tendrán que enfrentarse a una frontera natural invadida de grandes peligros, pero eso será en el próximo capítulo...continuará.

Sólo con pronunciar LA GRAN MIGRACIÓN, empiezan a surgir, en la mente, imágenes del mayor espectáculo de naturaleza que ocurre en el Planeta, muchas veces visto en documentales y artículos de revistas de naturaleza. En lo que a mi respecta y como biólogo, fotógrafo y documentalista de naturaleza, este fenómeno natural, que se repite cada año en las sabanas del Masai Mara (Kenia) y del Serengeti (Tanzania), era un destino que tenía que vivirlo en directo y sentir que formaba parte de este ciclo vital de supervivencia por parte de los ñus y cebras, aunque sólo fuera por unos instantes.

Todo proceso migratorio se basa en una peregrinación en busca de unos recursos naturales que escasean en su origen, y, la Gran Migración de los ñús se basa en un movimiento de miles de individuos siguiendo las lluvias en busca de nuevos pastos frescos con los que poder alimentarse.

Con ese fin, viajé a la Reserva del Masai Mara en el mes de septiembre, dónde se concentra una gran parte de la población y dónde se produce uno de las etapas más fascinantes en esta larga y dura migración, el cruce del río Mara, instante en el que el instinto de supervivencia cobra su mayor sentido.

Dividiré el reportaje de la Gran Migración, en 3 partes, siendo esta la parte del inicio, en la que comienzan a avecinarse las grandes tormentas que inundan el Mara y que dan la señal a grandes grupos de ñus a empezar a desplazarse, liderados por los individuos adultos más aguerridos y con mayor fuerza y experiencia en esta dura batalla que tienen que lidiar, dejando a su paso un gran número de víctimas, ya no sólo por los depredadores que acechan, sino por los grandes esfuerzos físicos que tienen que realizar y que algunos no son capaces de soportar.

Sin duda, uno de los momentos más sobrecogedores que pude vivir, fue el momento que divisé una gran mancha de cientos de ñus, en la lejanía, que iban avanzando sin prisa pero sin pausa, y que, una vez que me situé con mi 4x4 justo al lado de ellos, reduje la marcha al ritmo de sus polvorientos y pesados pasos, siguiendo como uno más la gran manada en la que todos los ejemplares caminaban con la cabeza agachada, algunos cojos del gran esfuerzo, y no pude sentir más que admiración por estos animales.

Toda mi "migración" y esfuerzos para lograr haber estado allí, había merecido la pena, sólo por haber compartido estos instantes con estos sorprendentes seres, que de repente y sin saber cómo, iniciaron una estámpida en dirección al temido río Mara, pero esto...será en otro capítulo de...LA GRAN MIGRACIÓN...Continuará.

Ántartida, el continente helado, un mundo y aparte de blanco y azul, que suscita pasiones y ensoñaciones de aventureros, científicos, navegantes y como no, también de fotografos. Tras navegar atravesando el peligroso y tormentoso pasaje de Drake, puede llegar a las tranquilas aguas del Canal Lemaire, escenario del paisaje más fantástico que puduiese llegar a imaginar jamás. Al adentrarme por este estrecho canal de elevadas paredes montañosas y agua completamente congelada, donde el barco hacía las veces de rompehielos, llegaba a un punto en el cual el canal se abría a mar abierto y dejaba entrever un auténtico museo al aire libre, donde los inmensos icebergs, con sus formas imposibles, reflejaban sus imágenes especulares en las calmadas aguas, formando un autentico paisaje onírico. (ver imágenes en + info)

Los días 26 y 27 de octubre de 2013, se celebró, en el museo MIHL de la ciudad de Lugo, el I Congreso Nacional de Documentalistas y Fotógrafos de Naturaleza del Viaje Polar, organizado y dirigido por Carlos Caraglia, Director del Viaje Polar.

Tuve el honor de participar como ponente, proyectando y comentando una serie de imágenes sobre la fauna africana, y compartiendo escenario, presidido por una impresionante pantalla de 30 m de ancho x 10 m de alto, con documentalistas de la talla de Leandro Blanco, codirector de los documentales "Ocean Now" de National Geographic, el cual, mostró en primicia escenas, aún inéditas, de un rodaje en Papúa-Nueva Guinea para celebrar el 125 aniversario de la revista National Geographic, a cargo de David Doubilet, el fotógrafo más publicado. Destacar también la participación de Manuel Vilches (presidente de la Asociación Dubabu), José Lourido (creador del proyecto Maravillas de España) y Julio Gómez Raindo (Fotógrafo de naturaleza gallego), entre otros. Todo ello complementado con un hospedaje en un entorno único y maravilloso, en la Fervenza Casa Rural de Lugo.

El Gran Valle del Rift alberga una gran variedad de lagos entre los que se encuentra el LAGO NAIVASHA, en Kenia, un parque nacional que resulta ser un verdadero paraiso ornitológico, donde una gran biodiversidad de avifauna habita en él, dando un estallido de vida y color a sus aguas tanto frescas como salobres.

Una de las mejores panorámicas que se pueden obterner de este paraiso es en una pequeña barcaza a primeras horas del amanecer, donde los primeros rayos del sol iluminan las plumas, picos y ojos de aves como los flamencos, pelícanos, martines pescadores (se pueden encontrar las 3 variedades africanas, el malaquita, el pío y el gigante), tántalos, ibis sagrados, pigargos vocingleros, garzas, cormoranes y black smith entre otras, todo ello decorado de un paisaje de cimas volcánicas y acacias espinosas que esconden otra fauna africana como las jirafas, ñúes, antílopes de agua, cebras, hipopótamos e impalas, conformando uno de los mejores escenarios en una primera toma de contacto con el continente africano oriental, ya que se encuentra a tan sólo 2 horas en coche de la capital Nairobi.

No puede haber mejor descripcion para denominar el poder natural de las Cataratas Victoria, que el que le dieron en origen sus habitantes oriundos en su idioma local, MOSI-OA-TUNYA, que significa, EL HUMO QUE TRUENA.

En estas imágenes, he tratado de captar una parte de su belleza natural, pero no el todo, ya que, como bien decían sus habitantes, es ensordecedor el ruido del agua al caer al fondo del acantilado, en una altura máxima de 108 m y a lo largo de casi 2 km de ancho, y dispersando el agua pulverizada que puede llegar a alcanzar los 400 m de altura, dependiendo de la estación, formando ese "humo atronador". En un entorno completamente salvaje del África oriental, esta profunda garganta de basalto, por donde en sus tierras aledeñas campan felinos y antílopes y en donde sus aguas habitan cocodrilos, forma un marco natural fantástico, digno de los escenarios más oníricos que uno pueda soñar.

Cuando la naturaleza te regala su mayor tesoro.

Con esta frase, he querido expresar lo que significa poder avistar a uno de los animales más hermosos del Planeta y desde luego, el más bello de todos los que habitan en la península ibérica, el LINCE IBÉRICO (Lynx pardinus), también llamado gato clavo. Para todos los que nos dedicamos a la biología, a la fotografía de naturaleza, y a la conservación de la biodiversidad, el poder observar a esta especie en estado salvaje y en su hábitat natural, es todo un HONOR. Hasta ahora, había viajado y fotografiado la fauna de casi todos los continentes (África, América, Asia, Antártida, Europa), pero sin duda, el animal que más interés tenía en contemplar en su entorno, era el lince, que por fín, tuve la enorme suerte de poder, no sólo ver, sino también fotografiar, a pesar de su enorme dificultad. Por el contrario, no resulta ser un honor el hecho de que sea el felino más amenazado de la Tierra, y catalogado como especie en Peligro crítico en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

No se puede, ni podemos permitir que se extinga esta especie por ser, no sólo un patrimonio natural mundial y una especie clave dentro del ecosistema peninsular, sino tambien, porque a nadie se le puede privar de poder contemplar, en primera persona, la hermosa mirada sin igual del lince. Esperando que el proyecto LIFE internacional de conservación del lince ibérico, que realiza un gran esfuerzo en las dos únicas poblaciones de Doñana y Jaén, pueda ser capaz de reestablecer antiguas poblaciones, antaño repartidas por toda la península, sirvan estas imágenes para documentar la necesaria existencia del lince ibérico.

Contemplar el amanecer desde el mirador que da al VOLCÁN BROMO, es como ser testigo del inicio de la formación de la Tierra, creada a partir de la intensa actividad violcánica.

No hay mejor lugar en el mundo para visualizar un panorama volcánico que el que se puede obtener de la Caldera Tengger, en la isla de Java (Indonesia), compuesta por un complejo de cinco volcanes, el Monte Bromo (2.329m), el Monte Batok (2.470m), el Monte Kursi (2.581m), el Monte Watangan (2.661m) y el Monte Widodaren (2.650m), todos ellos coronados por el Monte Semeru  (3.676m), al fondo, el volcán y pico más alto de la isla, que completa una de las más bellas panorámicas naturales del Planeta, y cuya actual actividad, pone el broche perfecto a este espectáculo, todo ello rodeado por un mar de arena de no menos sobrecogedor encanto.

Desde luego, existen muchas incógnitas y preguntas sin responder sobre cómo se originó la Tierra, pero sin duda, presenciar este paisaje te hace comprender, en cierta manera, como pudo ser.

De las rapaces de mediano tamaño, el RATONERO o también conocido como busardo ratonero o ratonero común (Buteo buteo), es la que con más frecuencia y accesibilidad se puede observar, sobre todo posada en postes en los bordes de carretera que atraviesan campos esteparios o en pinares. No es una ave muy esquiva, por lo que desde el punto de vista fotográfico resulta ser bastante agradecida, realizando elegantes vuelos con sus características alas cortas y anchas de color claro y recorridas por una fina banda oscura en los bordes, una cola en forma de abanico al desplegarla y su llamativo collar pardo y vientre blanquecino.

Presenta una amplia distribución por toda la península ibérica, siendo una especie residente con una mayor población en las comunidades de Castilla y León y Galicia, pudiendo, algunos individuos del sur, realizar viajes cruzando el estrecho en septiembre u octubre y regresando en marzo o abril. Desde el punto de vista de su conservación, es una especie protegida, declarada de interés especial en el Cátalogo Nacional de Especies Amenazadas.

Una de las mayores migraciones que realiza un animal, a través de nuestro planeta, es la de las ballenas. Concretamente, la ballena jorobada o YUBARTA (Megaptera novaeangliae), que es la que he podido observar en distintos puntos de su etapa migratoria en el hemisferio Sur (hasta los 25.000 km), desde los mares tropicales de Gabón, descendiendo hasta las costas de Namibia y aventurándose entre los glaciares de las heladas aguas de la Antártida, todo un Viaje por la supervivencia de estos grandes mamíferos.

Dependiendo de la época del año, y movidas por factores biológicos y corrientes marinas, sorteando plataformas petrolíferas, nuevas prospecciones y perforaciones en busca de nuevos yacimientos, balleneros sin escrúpulos servidores de la sociedad comercial, usan las cálidas aguas tropicales del oeste africano para alimentarse y reproducirse, donde nacerán las crías que iniciarán por vez primera su larga migración hasta alcanzar las frías aguas antárticas en el verano del hemisferio Sur, con el fin de alimentarse de krill, tras el enorme esfuerzo y la consiguiente pérdida de grasa que ha supuesto esta larga aventura. Una vez que han adquirido fuerza y masa adiposa, retornan hacia el origen, atravesando las costas namibias, donde multitud de cormoranes, gaviotas y focas, son testigos, cada año, del Viaje épico de la Yubarta.

Ninguna otra definición cobra más significado que el calificativo de Orang Hutan, hombre de la selva en malayo, al mayor de los simios del continente asiático, el ORANGUTÁN.

En la actualidad, únicamente habitan en los bosques tropicales de las islas de Borneo (Pongo pygmeus) y de Sumatra (Pongo abelii), en Indonesia, donde están viendo reducidos sus hábitats, especialmente, en Borneo, donde la tala de la selva en pro de la plantación de palmeras para la producción de aceite de palma, está mermando y recluyendo su población a espacios cada vez más reducidos y aislados.

Concretamente, el Parque Nacional Tanjung Puting, es el lugar donde poder observarlos en la isla Borneo, si bien, son todos individuos rehabilitados y por tanto dependientes del ser humano, por lo que decidí viajar al Parque Nacional Gunung Leuser, en la isla de Sumatra, donde poder observar a los verdaderos hombres de la selva en estado completamente salvaje y en un entorno selvático, con un impacto ambiental no tan acusado como en Borneo.

En Sumatra, los orangutanes se han adaptado a su entorno, siendo los primates con mayor comportamiento arborícola, debido a la presencia de un gran depredador como es el tigre de Sumatra, prácticamente ya extinto, por lo que pasan la mayor parte de su tiempo apostados en ramas y desplazándose en lianas de un árbol a otro, rara es la vez que se les puede observar en el suelo, al contrario que las poblaciones de Borneo, donde no existe ningún depredador natural y por tanto están la mayor parte de su tiempo sobre el terreno.

Sin duda alguna, recorrer durante varios días la selva, en ocasiones bastante fatigado y con problemas al caminar, y presenciar de cerca la vida de estos enormes seres en su hábitat, me han hecho entender, sin ningún tipo de dudas, porqué el orangután es...el hombre de la selva.

Como punto final a esta completa serie fotográfica sobre el desierto de Atacama, le toca el turno al SALAR DE ATACAMA, que, como ya comenté en otros reportajes relacionados con grandes salares del mundo, se formó mediante el arrastre de sales de la cordillera de los Andes por el agua de lluvia, hacia los grandes valles del desierto, creando esta planiece blanquecina, debida a la evaporación.

Concretamente, el Salar de Atacama es el quinto salar más grande del mundo, detrás de salares de gran renombre como el Salar de Uyuni (Bolivia) o el Salar de Etosha (Namibia), siendo un perfecto complemento al resto de fantásticos y diversos paisajes como el Valle de la Luna, el Valle de la Muerte, los Geíseres del Tatio, la Laguna Cejar, entre otros, configurando un enclave natural único y singular en condiciones extremas, que ensalzan la belleza del lugar.

Como segunda parte del VALLE DE LA LUNA del Desierto de Atacama, en Chile, muestro la serie de imágenes que me parecieron más atractivas desde el punto de vista fotográfico.

Realmente, si en la primera parte, comentaba que las imágenes mostraban un paisaje lo más parecido al satélite lunar, en esta ocasión, sin duda, las imágenes muestran un paisaje lo más similar al planeta Marte, por lo que, si me hubiese correspondido a mí darle nombre a este valle, le habría denominado, sin pensarlo, el VALLE DE MARTE.

 El Valle de Marte por, sus colores y tonalidades rojizas, y sus formaciones rocosas y salinas, que han dado lugar a monumentales formaciones tales como el "Anfiteatro" (llamado así por su similitud a los colosales anfiteatros romanos). Al atardecer, y subido a una de las grandes dunas de este desierto, donde colores imposibles y extensos valles ondulados, como si el paso del tiempo hubiese petrificado un mar rojizo, salpicado por islas cónicas, hicieron que experimentase sensaciones de estar ante un espectáculo paisajístico de otro planeta.

No hay lugar en la Tierra que se acerque más al satélite lunar que el VALLE DE LA LUNA, en el desierto de Atacama chileno. 

No hace falta recorrer miles y miles de kilómetros a través del espacio, para encontrar uno de los paisajes más extraterrestres. Es como si un trozo del satélite se hubiese desprendido y hubiese aterrizado en esta remota zona.

Caminar a través de su fina arena, entre esculturas rocosas moldeadas por el paso del tiempo y sus condiciones extremas que promueven la escasez de signos de vida, hacen que con el pensamiento, parezcas levitar a cada paso y que al alzar la vista al cielo, creas observar un planeta azul. Cuanto más caminas, más vas descubriendo este lunático entorno, adentrándote en estrechas galerías y pequeñas cavernas, salpicadas por frágiles y punzantes formaciones rocosas, creando un diminuto mundo y escenarios que harían las delicias de los mayores directores cinematográficos de ciencia ficción...continuará.

En las proximidades de San Pedro de Atacama se encuentra el lugar donde el Desierto de Atacama adquiere su máximo significado, el VALLE DE LA MUERTE, denominado así por la prácticamente inexistencia de vida, tanto animal como vegetal.

Este árido paisaje, formado por conglomerados de arena rojiza y rocas, esculpidos por el efecto erosivo del viento y de las escasas lluvias, crea una de las esculturas naturales más sobrecogedoras que parecen representar los esqueletos de animales que, en alguna época pasada, osaron adentrarse en este valle creyendo ser capaces de poder atravesarlo y que, debido a las duras y extremas condiciones del lugar, perecieron en el intento. Yo no osé adentrarme en él, pero lo que sí hice, fue contemplar toda su inmensidad desde una colina y plasmarlo en estas instantáneas fotográficas...continuará.

La segunda parte, y no menos especial del desierto de Atacama, trata sobre una de las más bellas y fotogénicas lagunas altiplánicas de más de 3.500 msnm, la LAGUNA CEJAR.

Es una de las lagunas del salar de Atacama más accesibles desde San Pedro de Atacama, punto base de todas las excursiones para visitar este enigmático y sorprendente desierto. Tras bañarte en un lago salado, donde su alta salinidad hace que experimentes una alta flotabilidad en todo momento y no consigas sumergirte, al igual que lo que ocurre en el Mar Muerto, la mejor opción es disfrutar de uno de los atardeceres más fotogénicos que se puede conseguir en esta parte del Planeta, donde la tonalidad y colores reflejados sobre la laguna, la nubes y el cielo, a medida que el sol se oculta tras las siluetas de los volcanes, hacen que cada instante sea único...continuará.

En esta ocasión, documentaré un lugar que bien puede ser un escenario de otro planeta. Lo dividiré en seis partes debido a su diversidad paisajística y fotográfica, compuesta por valles similares a los paisajes del satélite lunar, desiertos de sal y tierras humeantes.

El lugar en cuestión, es el desierto de Atacama, en Chile. En esta primera parte, me centraré en el valle de los GÉISERES DEL TATIO (el valle del "abuelo que llora") donde, a más de 4.200 msnm, unas 80 fumarolas de agua en ebullición de unos 80 ºC de temperatura, crean erupciones de baja altura, formando el campo geotérmico más grande del hemisferio sur y el tercero más grande de la Tierra. Al amanecer, y tras un duro camino a través de paisajes desérticos, hábitat de animales como la vicuña (Vicugna vicugna) y la vizcacha (Lagidium viscacia), es el mejor momento para contemplar todo su esplendor, y ser testigo de uno de los espectáculos naturales más sobrecogedores...continuará.

Aún se puede viajar a zonas remotas y encontrarse con criaturas que bien podrían ser criaturas mitológicas. Este el caso del DRAGÓN DE KOMODO (Varanus komodoensis), el mayor varano existente, endémico de Indonesia y refugiado en tres islas, Isla Flores, Rinca y Komodo.

En esta última se encuentran los ejemplares de mayor tamaño, llegando a alcanzar los 3 metros. Lo que le hace un animal tan poderoso, no son sólo sus dimensiones, sino también sus más de 50 bacterías infecciosas que contienen en la saliva, que según estudios científicos, le permite matar por envenenamiento a sus presas tras su mordedura pasados unos días y alimentarse, posteriormente, de la carroña de su cadaver. Pude tener la oportunidad de observarlos, en dos de sus islas, la Isla de Rinca y la Isla de Komodo que conforman, entre otras, el Parque Nacional de Komodo.

Su avistamiento no resulta dificultoso, si bien, la imagen que tenía proyectada en mi mente para esta especie sí resultó ser bastante complicada de realizar ya que, por lo general, estos animales suelen estar inactivos, descansando en zonas sombrías y mi idea era conseguir la fotografía a rás de suelo y en movimiento, con el fin de documentar todo su poderío. Finalmente, en una zona despejada, localicé 3 ejemplares machos que se estaban desplazando y sin dudarlo un instante, me eché al suelo y me situé justo en frente de ellos mientras se acercaban hacía mi a menos de 5 m...animales peligrosos, pero refugiado detrás de mi objetivo, conseguí realizar las imágenes deseadas de estos majestuosos seres mitológicos.

Existe un lugar extremo, al norte de Namibia, donde los animales son verdaderos luchadores y supervivientes cuando la época de la sequía azota sus tierras, el Parque Nacional de ETOSHA.

"El gran lugar blanco", denominado así por su inmensa planicie blanca de carbonato, es el hábitat de una infinidad de animales que se ven obligados a caminar grandes distancias sobre la superficie polvorienta y seca, en busca de "waterholes", las únicas charcas y concentraciones de agua en kilómetros a la redonda, que congregan a multitud de animales con el fin de saciar la tremenda sed que les acompaña.

Una vez en los waterholes y cuando el ambiente no es muy tenso, las especies de menor jerarquía, gacelas y antílopes, esperan impacientes su turno a que las de mayor jerarquía, elefantes, jirafas y rinocerontes, terminen y salgan de la charca. En un principio, parece una organización perfecta, pero tras unos instantes se empiezan a observar las primeras peleas entre individuos de la misma especie por conseguir el mejor puesto. Esta concentración de animales en las charcas, es aprovechada por los predadores que no tienen más que esperar junto a una de ellas para conseguir su próxima presa y cerrar así un círculo de dura supervivencia en torno al factor limitante...el agua.

En la región altiplánica de la cordillera de los Andes bolivianos, existe un desierto de sal, el SALAR DE UYUNI, que bien podría denominarse la Autopista hacia el cielo ya que, en ocasiones, cuando lo recubre una fina capa de agua, creando un reflejo especular, el aventurarse por él da la sensación de estar caminando sobre las nubes del cielo.

Este salar es el mayor desierto de sal del mundo, con una superficie de 10.000 km2, sobre más de 3.500 msnm, originado por la evaporación de los lagos Minchin (hace 40.000 años) y Tauca (11.000 años), lagos salobres debido a las lluvias en los Andes que arrastaban la sal hasta la cuenca de Uyuni, creando depósitos salinos.

Con el paso de los años, la cuenca se aisló y la evaporación originó lo que hoy muestran estas imágenes. Dentro de esta inmensidad, surgen pequeños islotes cubiertos por cactus de más de 10 m, desde donde se puede observar la grandeza y belleza de este enorme desierto blanco...el desierto celestial.

Desde finales del mes de marzo hasta finales del mes de septiembre, en la Península ibérica se puede disfrutar de una de las aves más coloridas y agradecidas desde el punto de vista fotográfico, el ABEJARUCO (Merops apiaster).

Inmigrante de tierras africanas, se instala en colonias por el territorio peninsular, anidando en taludes y terraplenes cercanos a arroyos donde les es más fácil conseguir su preciada comida, la abeja, de ahí su nombre de "abejaruco", si bien también es un especialista en capturar mariposas, avispas, abejorros, lbélulas, etc. Cuenta con una técnica de caza muy depurada y eficaz, quedándose quieto en una rama, vigilante con sus ojos el paso de cualquier insecto volador para lanzarse con un vuelo rasante sobre su presa, que atrapa con su especializado pico, para volver a su rama de origen y golpear el cuerpo aún vivo del bicho contra la rama y despojarlo de sus partes menos digeribles, para finalmente ofrecerlo como ofrenda a su pareja.

Pero sin duda, lo más destacable y embaucador de estas aves son sus colores que, tanto posados como en vuelo, parecen ser verdaderos... pintores que colorean su cielo.

Cuando uno se imagina y oye hablar de ríos del África oriental, empiezan a surgir en la mente, imágenes de vida salvaje donde los cocodrilos e hipótamos se sumergen en sus aguas dando lugar a uno de los ecosistemas de vida animal más auténticos.

Y nada mejor que navegar en canoa por el curso inferior del RÍO ZAMBEZE, entre Zambia y Zimbabwe, para vivir una de las aventuras más salvajes y en pleno contacto con la naturaleza africana. Recorriendo su cauce, hay que estar atento para esquivar a cada momento cualquier cúmulo de burbujas que surjan del agua, sinónimo que, ahí mismo, hay un grupo de hipopótamos que hay que intentar rodear para no molestar a la familia y para no llevarte un buen susto si alguna de sus cabezas irrumpe de golpe contra tu canoa.

Navegando próximo a la orilla, puedes avistar y contemplar un enorme cocódrilo que, a medida  que te vas acercando, hunde su enorme cuerpo en las cristalinas aguas que dejan entrever su silueta bajo tu canoa, haciendo que experimentes sensaciones únicas y semejantes a las de los antiguos exploradores y aventureros europeos que surcaban estas aguas por vez primera.

Teniendo aún en mente la experiencia vivida, aparecen unas enormes orejas y trompas que casi puedes llegar a tocar...una manada de elefantes se encuentra entre la tierra y el agua saciando su sed y sientes la inmensidad, el poderío y a la vez el sosiego que transmiten estos animales, mientras un pigargo vocinglero se proyecta sobre el agua, atrapando con sus garras un pesado pez, que, finalmente, tiene que transportar a la orilla nadando con sus alas, incapaz de levantar el vuelo.

Al caer la noche, montas tu tienda de campaña en mitad de una isla del río y compartes la noche con los sonidos de la fauna. Al amenecer, el zampullido de los hipótamos en el río junto a tí, te despiertan y comienza un nuevo día de...Aventura en el Río Zambeze.

Al sur del continente sudamericano, haciendo frontera entre Chile y Argentina, se alza el monte FITZ ROY a unos 3375 msnm, junto a su séquito de Agujas, en pleno corazón del Parque Nacional de los Glaciares y Parque Nacional Bernardo O´Higgings.

Denominado así en honor al capitán del HMS Beagle, Robert Fitz Roy, que recorrió el río Santa Cruz en 1834, es la quimera de todo escalador, que, siendo la mitad de alto que los grandes del Himalaya su ascensión está considerada como dificultad extrema debido a su verticalidad y piedra resbaladiza. Todo aquél que haya logrado alcanzar su cima, habrá podido gozar de una de las vistas montañosas más impresionantes, rodeados de glaciares y valles que hacen la delicia de gentes ávidas de aventura, realizando largas y duras jornadas de trekking, azotadas por los vientos más fuertes y terribles que uno pueda imaginar, los cuales no me impideron posicionarme en los mejores enclaves fotográficos para inmortalizar el Capitán de la Patagonia...el Fitz Roy.

En las frías aguas antárticas, y rodeadas de montañas de blanco hielo, habitan unos mamíferos marinos que resisten condiciones extremas.

En la Antártida, se han descrito cuatro tipos de orcas (Orcinus orca), A, B, C y D, dependiendo del tamaño y del parche blanco ocular. En el caso de la numerosa familia de orcas que se cruzaron majestuosamente por mi camino, correspondían a las de tipo C, siendo éstas las más pequeñas y por lo tanto, formando grandes grupos familiares. Su parche blanco ocular, se orienta de forma oblícua y hacia adelante, en lugar de ser paralelo al eje del cuerpo. Al igual que las de tipo B, presentan una gran mancha gris en el dorso y las zonas blancas poseen un tinte amarillento. Llegan hasta estas extremas latitudes para alimentarse del bacalao antártico (Dissostichus eleginoides), proporcionando un contraste muy fotogénico, debido a su negra tonalidad, y dando vida a un entorno onírico.

Recientemente, tuve la gran suerte y oportunidad de poder contemplar, observar y fotografiar a una pareja de aguilucho cenizo (Circus pygargus), en la campiña cordobesa.

En aquella sesión fotográfica, admiré su forma de volar, su color de plumaje y sobre todo...su mirada...una mirada amarilla penetrante, que, poco a poco se va apagando por la ineficaz gestión de la conservación de esta especie catalogada en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como Vulnerable.

El aguilucho, siendo un ave esteparia, nidifica en el suelo de las campiñas de cereales, realizando las puestas a finales de abril y principios de mayo y cuyo periodo de incubación es de 30 días, coincidiendo con la cosecha del trigo por parte de los agricultores, que, con sus máquinas cosechadoras, trituran los pollos de la puesta ante la pasividad, la incompetencia y la irresponsabilidad de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que cuenta con un Proyecto LIFE de conservación de las aves esteparias, incluyendo el aguilucho cenizo, subvencionado por fondos europeos, que deja en manos de estas máquinas trituradoras el futuro de esta hermosa y VULNERABLE ave.Concretamente, en la campiña que fotografié a estos aguiluchos, han matado a más de 20 pollos, por lo que desde aquí denuncio este hecho y exijo que se tomen medidas adecuadas para la protección de esta especie tal y como se detalla en la Ley 42/2007 del 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y en el Acuerdo de 18 de enero de 2011, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueban los planes de recuperación y conservación de determinadas especies silvestres y hábitats protegidos.

La Reserva Faunística de Cuyabeno, en la amazonía ecuatoriana, junto a la frontera colombiana, se compone de un valioso y espectacular sistema lagunar y de un bosque inundado, que esconde uno de los hábitats con mayor biodiversidad del planeta, donde se pueden encontrar especies como la anaconda (Eunectus murinus), el delfín de río (Inia geoffrensis), la piraña (Serrasalmus rhombeus), entre otros. Ya en tierra firme, el animal más representativo de este edén es la rapaz más poderosa, el águila harpía (Harpia harpyja), que sobrevuela el territorio del puma (Puma concolor) y jaguar (Phantera onca), dominando todo este entramado ecosistémico de bosques, ríos, lagunas tan singular.

En Namibia, concretamente en el Namib-Naukluft Park, se encuentra uno de los lugares más sobrecogedores de la Tierra, donde el tiempo se detiene creando un paisaje único y de otro planeta, el DEADVLEI.

La razón de su singularidad radica en un amplio salar rodeado por dunas rojizas, las más altas del mundo (300-400 m), sembrado de árboles petrificados (Acacia erioloba) que parecen ser los guardianes de este fantasmagórico lugar. El salar se formó en una época tormentosa originando la crecida del río Tsauchab y la germinación de las acacias. Con el tiempo, las dunas fueron formándose al rededor del río, fragmentándolo y creando piscinas naturales que con las elevadas temperaturas evaporó el agua, sedimentando la sal y secando los árboles, originando un salar custiodado por las pétreas imágenes arbóreas.

En las más altas cordilleras sudamericanas habita uno de los animales, que pese a ser de la familia de los camélidos como los camellos y dromedarios característicos de zonas áridas y desérticas, soporta muy bajas temperaturas.

El guanaco (Lama guanicoe), más grande que sus otros familiares americanos, la llama y la vicuña, campea en grandes grupos en los valles andinos, por espectaculares escenarios montañosos como el Parque Nacional Torres del Paine, aunque en su amplia distribución también se encuentran las zonas próximas al nivel del mar. Con un carácter muy aguerrido forjado por sus constantes luchas territoriales, pero sobre todo, por la necesidad de combatir con su temible depredador, el puma.

Soñar con África es imaginar hermosos atardeceres en la sabana y manadas de animales únicos, de los cuales la cebra (Equus quagga) es el más singular y representativo. Debido a sus características rayas blancas y negras, presume de ser uno de los animales más fotogénicos, que además, les sirven a modo de defensa para camuflarse de los predadores, en sabanas de hierbas altas, y a confundirlos cuando lanzan el ataque, creándoles distracción a la hora de elegir a una presa. Es la única especie de los équidos que no ha podido ser domesticada por el ser humano por lo que es la viva imagen salvaje africana.

El cormorán antártico (Phalacrocorax bransfieldensis), se diría de él que es un cormorán común si no fuera porque habita en la Antártida y sobre todo por la peculiaridad que más le caracteriza, sus ojos azules, dándole su otro reconocido nombre, el cormorán de ojos azules.

Es un ave que predomina en las islas Shetland del Sur y en la Península antártica, creando grandes colonias. En época de cría, durante los meses de noviembre y diciembre, se puede observar como estas aves, perfectamente adaptadas al entorno, bucean a grandes profundidades, en las heladas aguas antárticas, gracias a su permeabilidad en las alas, en busca de algas para la construcción y reparación del nido, donde se desarrollarán sus dos pollos. Desde el punto de vista fotográfico es inevitable que el objetivo de la cámara se dirija hacia el color azul del contorno de los ojos y sus coronas amarillas...unos ojos que hipnotizan.

Gabón, el "País de los grandes simios", resultó ser, según mi experiencia, la gran desconocida de África, donde su naturaleza es literalmente salvaje, sin ser acosada por el casi inexistente turismo, pero sí explotada masivamente y sin control por países europeos, especialmente Francia, que encuentran en estas tierras grandes reservas de minerales como el hierro, manganeso y uranio, y en sus aguas, grandes reservas de petróleo.

Proyectos faraónicos de minería se están desarrollando y tienen previsto desarrollarse en el corazón de Gabón, hábitat de especies singulares de bosque, como el elefante de bosque (Loxodonta cyclotis), el búfalo de bosque (Syncerus caffer nanus), el antílope de bosque (Tragelaphus eurycerus) y grandes simios como el gorila occidental de llanura (Gorilla gorilla gorilla), el chimpancé (Pan troglodytes), el mandríl (Mandrillus sphinx) y colobo negro (Colobus satanas), entre muchos otros.

Con el fin de ver y fotografiar a estas especies, viajé al Parque Nacional de la Lopé, una gran experiencia, donde ver los gorilas de llanura no es tan sencillo como ver los gorilas de montaña y hay que recorrer grandes distancias durante varios días para poder contemplarlo. Con lo que respecta al territorio marino, las costas de Gabón son un santurario de reproducción de las ballenas jorobadas (Megaptera Novaeangliae) y tortuga verde (Chelonia mydas). Por todo ello, espero que las investigaciones científicas y las aplicaciones de rigurosas leyes ambientales ayuden a conocer y proteger la naturaleza gabonesa, disminuyendo la explotación indiscrimanda de sus recursos. Sirvan estas imágenes para conocer un poco más la perla africana...la Gran Desconocida.

En la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, se encuentra uno de los mayores espectáculos de la naturaleza donde el agua confluye para mostrar todo su poder, las CATARATAS DE IGUAZÚ. Según la lengua guaraní, Iguazú quiere decir Agua Grande, que va tomando significado a medida que te vas acercando a este entramado de centenares de cáidas de agua de varios metros de altura, donde el ruido se hace ensordecedor y el ambiente se tonra realmente húmedo, teniendo como enclave más espectacular y sobrecogedor, la Garganta del Diablo. Las fotografías de esta Garganta no llegan a mostrar la verdadera dimensión de su fuerza y poder, un conjunto de cascadas de más de 80 metros de altura, que se precipitan en un mismo punto y en un espacio reducido, formando las cataratas de mayor caudal del mundo...sin duda, una maravilla natural.

En las alturas de la cordillera andina boliviana, entre los 4.200 y 5400 msnm, se encuentra uno de los rincones naturales más sobrecogedores, no sólo por su abundante fauna sino también por sus paisajes dominados por interminables llanuras, volcanes nevados y géiseres humeantes. Este lugar lleva el nombre de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, un inmenso edén para una de las aves más elegantes del planeta, los FLAMENCOS. Dentro de la reserva se pueden encontrar lagunas (Verde, Colorada, Salada), hábitat de tres especies de flamencos, flamenco andino (Phoenicopterus andinus) , chileno (Phoenicopterus chilensis) y de James (Phoenicopterus jamesi)que vivien en condiciones singulares y extremas, proporcionando un...espectacular estallido de vida y color.

En el continente africano, entre los países de Namibia y Angola, se encuentra una de las fronteras naturales más espectaculares y más salvajes, las CATARATAS EPUPA. De dificil acceso, ya que la carretera para llegar hasta ellas es bastante impracticable, por lo que es necesario el uso de un 4x4, dando lugar a un paraje poco frecuentado por turistas, guardando así la esencia africana y siendo el hábitat de una de las etnias más ancestrales y llamativas del continente, los himba. Las aguas del río Kunene se precipitan por un entramado de acantalidos bordeados por las características formaciones de los baobabs en un vergel natural dentro de una de las regiones más áridas de África...sin duda, todo un tesoro de la naturaleza.

En el interior de Castilla y León, se encuentra uno de los últimos grandes refugios para las aves, tanto para las aves permanentes como para las estacionarias, denominado la RESERVA NATURAL DE LAS LAGUNAS DE VILLAFÁFILA, catalogada como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Interés Comunitario), y constituído por un complejo lagunar de aguas salobres compuesto por la laguna Grande, la laguna de Barrillos y la laguna de las Salinas. Situadas entre las cuencas de dos importantes afluentes del río Duero, la Reserva es dominada por un paisaje cerealista llano, donde la visión se pierde en el infinito del horizonte, y sirve de hábitat para las grandes aves esteparias como la avutarda (Otis tarda) y sisón común (Tetrax tetrax) entre otros, visibles durante todo el año; para las aves migratorias del norte de Europa como el Ánsar común (Anser anser) y la grulla común (Grus grus), visibles durante la estación invernal; y para pequeñas rapaces como el cernícalo primilla (Falco naumanni) visibles durante la estación primaveral.

Una de las especies más emblemáticas y significativas, que ayudaron a desarrollar el concepto de la selección natural de Charles Darwin, dentro del Origen de las Especies, así como la teoría de la evolución, es la iguana marina (Amblyrhynchus cristatus), endémica de las Islas Galápagos, en Ecuador. El efecto isla que produce el archipiélago ha propiciado la aparición, mediante el mecanismo evolutivo, de nuevas especies a partir de un antecesor común. En este caso, la iguana marina es la única especie de iguana dependiente del ecosistema marino, que consigue su alimento en el mar desarrollando características morfológicas y fisiológicas únicas. Para lograr alimentarse de las algas marinas es capaz de nadar y bucear en las frías aguas, ralentizando su ritmo cardíaco, y posteriormente en tierra, su coloración oscura le facilita una rápida absorción del calor solar y gracias a una glándula salífera nasal, expulsan el exceso de sal ingerida.

El otoño en la Península es sinónimo de espectaculares postales fotográficas, y nada mejor que el hayedo de la Pedrosa, en la provincia de Segovia, para darse cuenta de la transformación que sufre el bosque de hayas (Fagus sylvatica), cambiando sus tonalidades a una amplia gama de colores entre verdoso, rojizo y amarillento que configura uno de los entornos paisajísticos más fotogénicos. Los hayedos son bosques que se crearon durante la época de la glaciación y que se desarrollan en ambientes húmedos. Actualmente en la Península, tras la desglaciación, se encuentran recluidos en escasos espacios de vertientes de montaña de una determinada configuración y de elevada pendiente que les proporciona un clima idóneo donde la niebla y la aparición de setas, hacen de este bosque un bosque singular, un bosque encantado.

En la provincia de Zamora se encuentra un enclave con un halo de misterio donde se dan cita mitos y leyendas, denominado la Sierra de la Culebra. Es conocido por ser uno de los entornos naturales de la península donde habitan los últimos lobos ibéricos. Una vez que te adentras a través de la espesa niebla piensas que en cualquier momento puede aparecer la silueta del secreto mejor guardado  de esta sierra...el lobo...pero su instinto de supervivencia y su caracter esquivo hacia el ser humano que tanto le ha perseguido hasta practicamente su desaparición, así como la escasa conciencia conservacionista y normativa legal de protección por parte de las administraciones, hace que sea realmente dificil contemplar la silueta de este mítico animal en este hermoso lugar.

Sin duda alguna, el destino más exótico cercano a Europa es el erg del Sahara marroquí, Erg Chebbi. Al igual que comentaba con el desierto del Namib, en este erg se pueden conseguir unas texturas y unos colores excepcionales tanto al amanecer como al atardecer, dónde las luces van cambiando y cuyas sombras van proporcionando profundidad, relieve y colores a las dunas, creando formas maravillosas, dignas des los mejores escenarios desérticos. (ver imágenes en + info)

Para finalizar con la serie de los animales africanos que componen el denominado y buscado grupo de "The Big Five", hablaré del búfalo cafre (Syncerus caffer), uno de los animales más imponentes y peligrosos del continente. Tiene escasos depredadores, si bien, es la presa preferida de los leones.

Su gran tamaño y sus potentes defensas, hacen que para poder derribar a uno de ellos, varios leones se tienen que avalanzar sobre él, al mismo tiempo, con el fin de intentar darle muerte, en una de las batallas más sobrecojedoras y agónicas, que se pueden dar sobre la sabana africana. Son animales muy gregarios, formando grupos de centenares de individuos que, a medida que van avanzando, van dejando tras de sí una polvareda visible desde varios kilómetros de distancia que con las luces del amanecer y el atardecer, crea una de las estampas africanas más maravillosas.

En esta ocasión le toca al turno al que es sin duda el animal más difícil de observar y el más esquivo, el LEOPARDO (Panthera pardus).

A mi parecer, también resulta ser el animal más hermoso y más bello del continente africano que como ya comenté en un anterior artículo del Blog, el mejor lugar para observarlos en plena actividad nocturna es el Parque Nacional de South Luangwa, en Zambia. Existen otros parques donde, dependiendo del tiempo del que se disponga y la suerte que se tenga, puede llegar a ser probable verlo. Hay que tener en cuenta a la hora de la observación de este felino, su etología, es decir, su comportamiento. Lo más habitual es que por el día se encuentre descansando en lo alto de una rama de un árbol, por lo que su búsqueda debe basarse en las grandes ramas arbóreas, en la identificación del marcado de los árboles por medio de sus garras y en los sonidos de sus presas (antílopes, primates, etc) anunciando su presencia, en forma de alarma, al resto del grupo. Pese a ser difícil su encuentro, merece la pena el tiempo empleado en la búsqueda de este maravilloso animal.

Sin lugar a dudas, el animal más poderoso del continente africano es el elefante (Loxodonta africana).

Todo ser vivo se aparta a su paso debido a sus características morfológicas como su gran tamaño y sus potentes colmillos que, paradójicamente, a la vez que les sirve como mecanismo de defensa y ataque, es el motivo principal de la progresiva disminución de la población, debido al salvaje furtivismo propiciado por la codicia del ser humano por su marfíl.

Su perfíl cortando la sabana al atardecer es una de las estampas más "africanas" que se pueden fotografiar y aunque es fácilmente observable, especialmente en el PARQUE NACIONAL CHOBE, en Botswana, conviene seguir unas pautas de comportamiento cuando te encuentras frente a él ya que no es un animal tan apacible como la gente piensa. Normalmente no suele ser un animal agresivo, pero si por alguna circunstancia se siente acosado, suele avisar con un paso hacia delante, una apertura de orejas y acompañado de un agudo sonido conocido como el barrito. En ese momento, es mejor hacer caso al sentido común, y alejarse del lugar aprendiendo que el elefante es un animal al que hay que respetar en todos los sentidos y dejar que siga su firme y natural camino.

Contemplar un rinoceronte en libertad es como realizar un viaje al pasado, un viaje a la era del Jurásico, donde los dinosaurios eran los seres vivos dominantes de aquella época. No resulta dificil imaginarse como debían de ser aquellos animales si observamos de cerca a un rinoceronte, es como un fósil viviente de tiempos prehistóricos que todavía, y espero que por mucho tiempo, tengamos la suerte de poder observarlo.

En África existen dos especies de rinoceronte completamente distintas en cuanto a su caracter y su situación, el rinoceronte blanco (Ceratotherium simum), en peligro de extinción, aunque más común, y docil que el rinoceronte negro (Diceros bicornis), en peligro crítico, esquivo y mucho más agresivo. Se puede pensar que lo que les diferencia a los dos es el color de su espesa piel, pero en realidad, su diferencia morfológica más signficativa es la forma del labio superior, el rinoceronte blanco lo tiene completamente plano, mientras que el negro tiene forma triangular...si se consigue ver de cerca el labio superior del rinoceronte negro significa que se ha tenido mucha suerte a la hora de contemplar a estos magníficos fósiles vivientes.

P.D.: Todas las fotografías son de rinoceronte blanco, pude ver alguno negro en el cráter del Ngorongoro (Tanzania) y el Parque Nacional de Etosha (Namibia), pero sin poder realizarle ninguna fotografía. 

Todo soñador de la aventura africana tiene como objetivo el toparse cara a cara con los "Big Five", los cinco animales africanos más codiciados, que serán objeto de los próximos artículos del Blog, los Cinco Grandes: El León, El Rinoceronte, El Leopardo, El Búfalo Y El Elefante.

En esta primera parte, trataré del que es sin duda el animal más representativo del continente africano y el rey de la sabana, EL LEON. Uno no se puede ir de Africa sin haber visto a este poderoso felino que, con su sola presencia, te hace entender quién es el que está en la cúspide de la pirámide de la cadena trófica en este ecosistema. Con tranquilidad y paso firme, no temiendo a nada ni a nadie, campea a sus anchas por sus dominios de la sabana haciendo ver a las demás especies que el Rey controla el territorio. Animal de amplia distribución en el Africa oriental, pude contemplarle en varios parques nacionales de varios países, como el Serengeti (Tanzania), Masai Mara (Kenya), Kafue (Zambia), Etosha (Namibia), Kruger (Sudáfrica), Murchison (Uganda), Kgalagadi Transfrontier Park (Sudáfrica), entre otros, en los que goza de una elevada estabilidad.

Uno de los depredadores más llamativos de Sudamérica, sin llegar a ser los grandes felinos como el jaguar o el puma, es sin duda el zorro. Pude llegar a fotografiar dos especies distintas, el zorro colorado o andino (Pseudalopex culpaeus) y el zorro gris (Pseudalopex griseus) que se diferencian básicamente en su tamaño. El zorro colorado de mayores dimensiones que el gris, le localicé en dos hábitats completamente distintos a altitudes significativamente distantes, uno en el PARQUE NACIONAL TIERRA DE FUEGO, en Argentina, a 300 m de altitud, y otro en la RESERVA NATURAL EDUARDO AVAROA, en Bolivia, a unos 4.500 m de altitud, de ahí también el nombre de zorro andino. Las fotografías del zorro gris pertenecen al PARQUE NACIONAL TORRES DEL PAINE, en Chile, donde tuve la suerte de presenciar a toda una camada de cachorros alimentados por sus padres en las inmediaciones de su madriguera.

La energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma y nada mejor que la cadena trófica para argumentar esta ley de la conservación de la energía. En esta serie, hemos podido comprobar como los consumidores cuaternarios de esta cadena, es decir los necrófagos, se han alimentado de un consumidor primario, un herbívoro (en este caso una oveja) y han realizado la transferencia de energía hasta convertirlo en puro hueso. Dicho proceso termina de la misma manera con la que se inició, con el solitario alimoche, como primer y último buitre en comenzar y finalizar la carroñada, tras la marcha de los buitres negros y leonados. Ahora le toca el turno al último nivel de la cadena alimentaria, a los descomponedores, que realizarán su trabajo degradando la materia orgánica.

Tras finalizar el apogeo de la carroñada, los buitres negros se retiran a cierta distancia del grupo de leonados y comienza un comportamiento que podría denominarse de ritual, característico de esta especie. Se juntan en grupos de 3 ó 4 individuos y sin motivo aparente, uno de ellos lanza el primer ataque sobre uno de sus congéneres. La lucha suele durar escasos minutos y se asemeja a una danza oscura, en la que el más fuerte extiende sus enormes alas en alarde de poder mientras que su contrincante, agacha la cabeza y repliega sus alas en forma de sumisión. Estos comportamientos son necesarios para determinar y definir la jerarquía del grupo y desde luego son las escenas más fotogénicas de toda la carroñada...Continuará.

Una vez que ya están todos los buitres sobre la mesa, se inicia un espectáculo natural difícilmente de olvidar en el que cabezas, picos, cuellos, garras y plumas de buitres leonados, buitres negros y alimoches se mezclan en torno al cuerpo inerte de la oveja, intentando conseguir la mejor parte, entre el ruido ensordecedor de las carroñeras excitadas por el manjar y por mantener la posición a través de agresivas luchas entre sus vecinos. Este acontecimiento no dura mucho tiempo, ya que en menos de diez minutos, el cuerpo de la oveja pasa a ser un esqueleto, en un acto de magia visto y no visto...Continuará.

Tras la primera parte de la carroñada en la que los protagonistas eran los buitres leonados y alimoches, en esta segunda parte hablaré del rey de las carroñeras, EL BUITRE NEGRO (Aegypius monachus), que una vez que se inició el banquete, surgió de la nada como un ángel negro caído del cielo en busca de su parte.

El poderío de esta ave es inmenso, el ave más grande de Europa, con una envergadura de 2, 5 m, destaca entre el resto de los buitres y añade un punto de contraste entre la multitud de colores marrones de los buitres leonados. Es inevitable que el enfoque de la cámara se dirija hacia el que realmente es el protagonista de la carroñada, el buitre negro o también llamado buitre monje debido a sus características plumas del cuello. Una vez que llegó el poderoso primer buitre negro, fueron aterrizando unos cuantos más juveniles y adultos, llegué a contar hasta 8 individuos en total, sin llegar a la treintena de los leonados. Algunos de los buitres monjes esperaban en la distancia a que los leonados terminaran su comilona, pero los más aguerridos, emprendían su vuelo hacia los restos de la oveja e iban apartando a los leonados a sabiendas de su mayor fortaleza. Ahora, la carroñada está representada al completo por todos sus comensales, dando pié al apogeo del festín...Continuará.

Uno de los momentos más espectaculares que se puede vivir en la fauna ibérica es el presenciar una carroñada por parte de las distintas especies de buitres que habitan en la península. A continuación, mostraré el desarrollo de dicha actividad alimentaria necrófaga, dividida en cinco partes, en el PARQUE NACIONAL DE MONFRAGÜE, ESPAÑA.

Esta primera parte, trata del inicio de la carroñada. A primera hora de la mañana, pude observar la llegada de al menos una decena de buitres leonados (Gyps fulvus), que sobrevolaron el cuerpo sin vida de la oveja, sin llegar a posarse cerca de ella, simplemente desaparecieron de mi vista. Al cabo de una hora, apareció el primer buitre que se posó en las cercanías junto a una pareja de alimoches (Neophron percnopterus). Todo parecía indicar que iba a dar comienzo la carroñada, pero, sin motivo aparente, las tres aves decidieron abandonar el territorio. Pasada media hora, volvieron a aparecer una decena de buitres que se dispusieron en la copa de las encinas próximas al cadáver.  No llegaron a descender hasta que no apareció un alimoche adulto que decidió comenzar con la ingesta de la oveja. Inmediatamente, el primer buitre bajó y se aproximó, seguido de cerca de otro par de buitres. Tras una pugna entre los tres, el más fuerte comenzó a comer de la oveja junto al alimoche, mientras que el resto seguía esperando en la sombra. No fue hasta que comenzó a llegar el grueso de buitres leonados, y que el alimoche huyera, que dió comienzo el verdadero espectáculo...Continuará.

Una de las aves más exóticas y más espectaculares para fotografiar son los guacamayos rojos (Ara chloropterus) debido a su llamativo colorido. Estas aves son características de Sudamérica y en el sur de Brasil se encuentra el mejor lugar para contemplar su vuelo con bastante proximidad ya que anidan en una dolina, en BURACO DAS ARARAS, MATO GROSSO DEL SUR, en Brasil. Lo recomendable es llegar a primera hora de la mañana, ya no sólo por que la luz es mucho mejor sino porque la acitividad matinal de los guacamayos en la dolina, con sus juegos, vuelos y arrumacos, proporcionan instantáneas más interesantes.

La tortuga gigante de las Galápagos (Geochelone nigra), la tortuga más grande del planeta que da nombre a las islas de donde es endémica, las Islas Galápagos, en Ecuador.

Un animal único e impresionante que sin embargo, presenta muchas subespecies dependiendo de la forma de su caparazón. Dicha característica morfólogica es específica del ambiente de cada isla y fue descrita por Charles Darwin en su obra "el origen de las especies", en la que, constató, que la diversidad de los caparazones estaba relacionada con el ambiente en el que vivía la tortuga y su base alimentaria. De este modo, las tortugas más grandes con caparazón en silla de domo o abombadas, se encuentran en las islas más húmedas y con fácil acceso a su alimentación, como es el caso de las tortugas de la ISLA DE SANTA CRUZ, EN LA RESERVA EL CHATO, mejor lugar para observar en libertad a estos animales.

El segundo tipo, en forma de silla de montar, es más pequeño y está diseñado para desplazarse por ambientes más áridos, con una mayor densidad de ramas y para alargar el cuello hacia las partes altas de arbustos y cactus. El tercer tipo de caparazón tendría una forma intermedia entre las dos anteriores. Sin lugar a dudas, presenciar una familia de tortugas gigantes en los charcos del Chato en plena libertad es como realizar un viaje a través del tiempo a eras prehistóricas.

El PASAJE DE DRAKE, el tramo que separa Sudámerica de la Antártida entre el Cabo de Hornos y las islas Shetland del Sur, cuyas aguas son las más peligrosas y revueltas de todos los mares y océanos del planeta; sueño de todo capitán de barco el poder atravesarlo una vez en la vida. Pude ser testigo, durante los días de la travesía, del porqué de su fama, pero también, pude contemplar la elegancia del vuelo del Albatros errante (Diomedea exulans), el ave más grande del mundo, con una envergadura de 3,5 m, que aprovecha las fuertes corrientes de viento para desplazarse a grandes distancias y gran velocidad. Desde la lejanía, y debido a la inmesidad del mar, no se logra apreciar bien la grandiosidad del Albatros, pero una vez que se acerca, la espectacularidad del tamaño de este ave no deja indiferente.

El cóndor, el señor del cielo andino. Ya tenía yo ganas de fotografiar a esta magnífica ave, que en anteriores ocasiones se me resistió.

Una de ellas fue en la cordillera andina ecuatoriana, dónde, tras buscarlo cerca de Quito, no logré dar con él, y otra, en el glaciar Perito Moreno, en Argentina, dónde pasó por encima de mi pero no tuve tiempo de preparar mi cámara. Pero sin duda alguna, el mejor lugar para fotografiarlo es el PARQUE NACIONAL TORRES DEL PAINE, en Chile,  no sólo por la proximidad que puedes llegar a tener con él, sino por el escenario de fondo, los Cuernos y las Torres del Paine, nada mejor para retratar al cóndor en su más puro hábitat. En el Lago Sarmiento y Laguna Amarga, se pueden observar gran cantidad de individuos de cóndores ya que es la zona de caza del puma y por lo tanto hay gran cantidad de cadáveres de guanacos, entre otros, alimento de estas carroñeras. Concretamente, cuando yo estuve, me sobrevolaron varios cóndores de distintas edades, y pude comprobar cómo los adultos enseñaban el arte de volar a los juveniles entre los fuertes vientos que soplan por estas montañas de la Patagonia.

Uno de los felinos más esquivos y más díficiles de localizar es el puma (Puma concolor). 

Con ese fin, viajé al sur de Chile, al Parque Nacional Torres del Paine, para avistarlo y poder fotografiarlo.

Tengo que confesar que ha sido una de las experiencias fotográficas más satisfactorias ya que no es muy común poder verlo y no hay agencias turísticas, así como en África, que se dediquen al avistamiento del puma. Para ello, previamente, conseguí el contacto del guardaparque especializado en pumas, José Vargas, conocido como el "Wayaja" y me presenté en su casa la misma noche del 31 de diciembre sin saber si podría ir con él en busca del puma. Amablemente, me permitió pasar la cena de nochevieja con su familia y el mismo dia de año nuevo, empezamos el rastreo del puma a primera hora de la mañana (4.30 am).

He de decir que Wayaja es el mejor rastreador de animales que he conocido, de hecho, recientemente, había estado con él un equipo del National Geographic para montar un documental sobre felinos de Sudamérica, que supuestamente saldrá a finales de este año. Tras una hora de búsqueda a pie, lo avistamos escondido tras un matorral y pude realizarle alguna fotografía justo cuando decidió salir de su escondite. Si no se tiene conocimiento del terreno ni de los hábitos del puma, puedes estar a menos de 5 metros de él y ni verlo, se camufla realmente bien. Por suerte, el puma que localizamos tenía una presa de guanaco escondida y sabíamos que rondaría por la zona durante varios días, así que en una de las ocasiones, montamos un hide justo al lado del cuerpo del guanaco, esperando que al atardecer apareciera el felino, y así fue...

Sin lugar a dudas, la Antártida es un lugar único en la Tierra y los colores combinados de azules y blancos de sus paisajes, la convierten en un Escenario de Fantasía. Sin embargo, las imágenes en blanco y negro también pueden llegar a resultar interesantes debido al contraste blanco del hielo y el negro de animales como pingüinos, focas y diferentes aves. En esta galería muestro las fotos que considero que pueden resultar atractivas en blanco y negro, dándoles un ambiente fotográfico distinto pero especial.

En Tierra de Fuego, en Argentina, se encuentran las turberas de Sphagnum en los valles de las montañas cerca de Ushuaia, que retienen gran cantidad de agua. Esta combinación de musgos y agua crea unos mosaícos de colores excelentes para realizar composiciones fotográficas, siempre y cuando la luz sea la óptima, ya que, generalmente, estos valles se encuentran cubiertos por la niebla y nubes, por lo que hay que aprovechar en cuanto sale un rayo de sol.

El Delta del Okavango, en Botswana, es el único delta que no desemboca en ningún mar, ni océano, sino que lo hace en pleno desierto del kalahari, creando un verdadero paraíso para la fauna que realiza largas migraciones para llegar hasta aquí, con el fin de saciar su sed y el hambre, de herbívoros y depredadores. La vista aérea de este edén natural es sobrecogedora, captando en las imágenes, diferentes tonos verdes creando verdaderos mosaícos de colores, el recorrido y paso de los animales, así como los propios grupos de animales, como elefantes, antílopes, hipopótamos, etc.

África posee paisajes naturales de increíble belleza y una de las mejores maneras para contemplarlos es mediante la vista aérea en avioneta. Sobrevolar el desierto del Namib, concretamente SOSSUSVLEI, en Namibia, el más antiguo del planeta y hábitat de leones, leopardos, elefantes, oríces, entre otros, es la mejor manera de tener constancia de la inmensidad y belleza de este desierto que, dependiendo de la incidencia de la luz sobre las dunas, forma unas instantáneas fotográficas únicas con unas texturas y colores propias de las mejores acuarelas. Por la experiencia vivida en la avioneta, lo mejor es intentar realizar el trayecto al atardecer, que suele durar en torno a una hora, y sentarse en el lado derecho, ya que las vistas y la luz desde ahí son las mejores para realizar magníficas fotografías.

Costa Rica y Panamá son sin duda unos de los países con mayor biodiversidad del planeta y gracias a ello, se han convertido en destinos del ecoturismo por excelencia, principalmente, Costa Rica.

Se pueden encontrar los parques nacionales de TORTUGUERO, en cuyas arenas se produce el desove de la tortuga verde, MONTEVERDE, famoso por ser uno de los bosques nubosos mejor conservados y hábitat del Quetzal, el VOLCÁN POÁS, que si las nubes lo permiten, presenta una de las vistas más hermosas de todos los cráteres, el VOLCÁN ARENAL, todavía activo y por su ladera se observa aún el magma caer, las CATARATAS DE LA PAZ, espectáculo natural de agua con una caída de cinco cataratas que suman unos 1.200 metros. Asímismo, Panamá, país vecino, cuenta con enclaves naturales de primer nivel como puede ser BOCAS DEL TORO, un archipiélago del mar Caribe dónde se puede disfrutar de unas de las islas más vírgenes del planeta, como pueden ser las ISLAS ZAPATILLAS y hábitat de gran cantidad de aves acuáticas, punto de reproducción de cientos de delfines y gran variedad de peces multicolores caribeños.

Una de las experiencias más maravillosas que se pueden vivir en plena naturaleza, es la de convivir unos instantes con una familia de gorilas de montaña (Gorilla beringei beringei) en su hábitat natural.

El lugar para poder realizarlo es el PARC NATIONAL DES VOLCANS, en Ruanda. Este parque hace frontera con Uganda y el Congo, dónde también se pueden observar los gorilas. Existen varias familias repartidas por los cinco volcanes que componen el parque nacional, y el mismo día de la visita, es cuando nos asignan la familia que vamos a ver. Por suerte, a mí me tocó la familia de Susa, famosa por ser la familia que estudió y protegió Dian Fossey (ahora dividida en dos grupos), en el volcán Karisimbi de 4.500 metros de altura. La subida al volcán hasta encontrar la familia puede variar en dureza y duración, dependiendo dónde se encuentren los gorilas ese día. Afortunadamente, sólo anduve un par de horas (puede llegar incluso hasta seis horas), subiendo por la ladera del volcán, que puede ser bastante dura si las condiciones no son las adecuadas.

Aconsejo llevar impermeable, botas y guantes, ya que la subida está llena de barro, bambú y ortigas que pueden llegar a ser bastantes molestas. Una vez que el guía, que está en permanente contacto con los rangers que siguen el rastro de los gorilas, nos comunica que estamos cerca de los primates, nos desprendemos de todo nuestro equipaje, salvo la cámara, y tras andar unos metros...ahí están...lo que se puede llegar a sentir es algo inexplicable, estar al lado de una especie tan amenazada y tan similar a la nuestra, en su propio hábitat, y compartir unos momentos con ellos, es algo que no olvidaré jamás, hay que estar allí para sentirlo y vivirlo, y yo sólo he intentado captar una pequeña parte de lo que sentí aquella hora que viví junto a...los gorilas de montaña.

Uno de los mejores destinos para observar los chimpancés (Pan troglodytes) es sin duda el parque nacional de Gombe, en Tanzania, lugar de estudio de estos primates por parte de la prestigiosa investigadora Jane Goodall.

Pero en esta ocasión os hablaré del BOSQUE PRIMARIO DE BUDONGO, en Uganda, dónde el avistamiento de los chimpancés no está asegurado pero que se observan con relativa frecuencia. Mi experiencia en este bosque no pudo ser más satisfactoria, pues aunque los guardas forestales explican que cabe la posibilidad de no toparnos con ellos, tras media hora de marcha, empezamos a escuchar los primeros sonidos de los primates y nos adentramos en la espesura del bosque en su búsqueda. Una vez localizados, sin movernos mucho y sin hacer ruido, disfrutamos de unos momentos con una de las familias. La mayoría del grupo está apostada en los árboles, mientras que un gran macho en el suelo, comienza a dar golpes en el  tronco de un árbol para comunicarse con el resto del grupo. He de decir, que los sonidos y ruidos que realizan para comunicarse entre ellos es de las experiencias más extraordinarias que se pueden tener en pleno corazón de África.

El otro gran felino que os propongo es el tigre ( Panthera tigris ), realicé un viaje a la India con el objetivo de poder contemplar su belleza y poderío en su hábitat natural.

Pues bien, tras realizar varios safaris en el parque nacional de Ranthambore, no logré ver ningún individuo, sin embargo, recomiendo, para tener asegurado el avistamiento del tigre, el PARQUE NACIONAL DE BANDHAVGARH en el estado de Madya Pradesh en la India. Esta información la conseguí leyendo en una ocasión una revista del National Geographic en la que aparecía un artículo sobre el tigre de bengala del gran fotógrafo de naturaleza Michael "Nick" Nichols realizado en este parque. Pude contemplar in situ, al menos ocho ejemplares distintos de tigres, incluso una hembra con sus crías y todo esto montado a lomos de un elefante, por lo que el acercamiento a los tigres es bastante próximo e impactante.

En primer lugar, hablaré de cual es, según mi experiencia, el mejor lugar para fotografiar a los leopardos  (Panthera pardus) en estado salvaje.

Tras varios viajes y observaciones por los parques nacionales del África oriental, tales como el Serengeti, Masai Mara, Kruger, Etosha, Chobe, Okavango, pude constatar que el PARQUE NACIONAL SOUTH LUANGWA, en Zambia, es sin duda el santuario del leopardo en África por excelencia. Me bastó sólo 2 días para poder ver y contemplar al que es, para mí, el animal africano más maravilloso y difícil de observar, pudiendo fotografiar tres ejemplares distintos en una misma noche, uno de los cuales es el que aparece en la imagen de esta página web.

Por otra parte, este parque está especializado en los safaris nocturnos, uno de los pocos lugares dónde se pueden realizar este tipo de safaris y dónde se pueden obtener los mejores avistamientos de estos felinos en plena actividad de cacería nocturna.